sábado, 1 de junio de 2013

Evaluación de contenidos digitales de aplicación educativa




La evaluación es un proceso que puede ser definido de diversas formas. En “Diseño, ejecución y utilidad de las evaluaciones: el rol del cliente” (2006)  de Andrés Cernadas Ramos y Yago Ricoy Martínez, se encuentra una que se adecúa al tema en cuestión:
·         "Según Alvira Martín (Alvira, 1991), la evaluación tiene por objetivo actuar sobre el programa evaluado, teniendo sólo sentido su realización si está encaminada a la mejora continua y se enmarca dentro de un proceso más amplio de planificación/programación. La evaluación nace de la demanda del cliente, que debe ser la base para realizar la evaluación." (p. 42)
La evaluación debe tener siempre como objetivo mejorar lo que está siendo evaluado. En el caso de los contenidos digitales, la evaluación que realizan los creadores del producto tienen una obligación con los usuarios/consumidores de evaluar sus bienes y servicios antes de que estén disponibles en el mercado. Cuando esto no es así, se obtienen recursos que pueden llegar a tener tantos defectos que son imposibles de usar o que ocasionan molestias al usuario que lo hacen perder tiempo innecesariamente.
Durante la telesesión de la semana, El Dr. Gándara habló sobre un programa específico con el que estuvo colaborando con el ILCE para realizar una evaluación de usabilidad: Enciclomedia. De forma personal, he tenido la experiencia de trabajar con Enciclomedia de Telesecundaria, y ha sido una de las peores experiencias que he tenido con software educativo. Me hace pensar que no se tomaron el tiempo de ponerse en los zapatos de los docentes que iban a usar ese producto y que solamente querían cumplir con el requisito de entregarlo a tiempo (y que se viera bonito, eso sí lo consiguieron). Para empezar, se tenían dos discos de DVD que tenían un programa de instalación, el cual podía detenerse en cualquier momento por un error y eso ocasionaba que se tuviera que repetir de nuevo TODO el proceso, el cual tomaba en promedio 60 minutos. No creo que sea necesario explicar por qué no era viable instalar ese software en el aula de medios, donde hay veinte computadoras.
 Cuando por fin logré instalarlo en una computadora (en la de mi casa, en las de la escuela fue básicamente imposible conseguirlo) estuve explorando el programa, y no podía realzar ninguna acción, accesar a los interactivos, audio o videos. A nada, de hecho. Cuando quise desinstalarlo para volver a repetir todo el proceso por si un error había causado el problema (no había ningún mensaje que me explicara qué estaba sucediendo), se tardó mucho tiempo también, pero eso no fue el problema. El problema vino cuando quise instalarlo y me decía el programa que ya tenía instalados varios recursos y que se presentaba un error. Tuve que buscar manualmente qué es lo que había instalado y por qué no había desaparecido cuando lo desinstalé. Encontré una carpeta que se había creado en C:, que contenía un software del INEGI, LOGO y otros más que ni sabía que estaban ahí, ni sabía usar. Finalmente borré todo, y en alguna ocasión logré instalarlo en la computadora, pero me deja pensando algo que creo que es pertinente. Yo tengo conocimiento de cómo funcionan las computadoras, sé instalar y desinstalar software, me entiendo con estos aparatos desde que tenía 10 años, pero muchos de mis compañeros todavía tienen que ir a preguntar a alguien más cómo se imprime una hoja o cómo quitar un virus de una memoria USB. ¿Qué pasa con todos aquellos que saben solamente lo básico – o a veces ni eso- de una Pc y quieren instalar o usar Enciclomedia? Simplemente no lo podrán hacer.  O pensemos por un momento en los conflictos que tendrán que enfrentar en el día a día usando ese software, y los errores que encontrarán porque se instaló mal algún programa, ¿Cómo pueden solucionarlos? Este es un ejemplo de cómo el no pensar en los usuarios de tus productos puede ocasionar más problemas que soluciones para quienes usamos estos.
Sin necesidad de realizar el proceso de evaluación de manera formal, los usuarios determinamos rápidamente cuáles son los puntos que necesitan una revisión, pero en el caso de la SEP no hay muchos mecanismos para dar a conocer tu opinión sobre los puntos que lo requieren. Tal vez ha llegado el momento de que se piense realmente en nuestras necesidades y nuestro contexto antes de embarcarse en un proyecto de esta magnitud. Sin afán de realizar un análisis, lo único que quise expresar aquí fue mi experiencia como docente frente a un programa nacional que muchos docentes hemos tenido la oportunidad de usar.

Referencias
Cernadas, A. y Ricoy, Y. (2006) Diseño, ejecución y utilidad de las evaluaciones: el rol del cliente. España: RIPS.


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